Mi primera experiencia con una escort de lujo

¿Sabes qué se siente al quedar con una escort de lujo? Este testimonio de la primera experiencia de un cliente te dará una idea de lo que puede llegar a ser tu siguiente encuentro con una de las chicas escorts de Lola Martí.
Jamás me había planteado pagar a cambio de compañía ni tampoco por sexo, pero hacía relativamente poco tiempo que había terminado una relación de 3 años y sentía la necesidad de pasar la noche del sábado acompañado.
Me puse la televisión mientras navegaba sin rumbo por Internet y es cuando me encontré en Twitter con una fotografía de una chica espectacular. Era morena, con unos labios rojos y gruesos, un culo enorme y un cuerpo de infarto. Parecía sacada de una película.
Fue en ese momento cuando me planteé llamar al teléfono de la agencia que aparecía debajo, Lola Martí Como no tenía ningún compromiso llamé a esa preciosa escort de Barcelona.
«Era morena, con unos labios rojos y gruesos, un culo enorme y un cuerpo de infarto»
Me afeité, duché y puse una camisa azul que tengo reservada para ocasiones especiales. Estaba nervioso, pero al mismo tiempo ilusionado por vivir una experiencia como esa.
Quedé con la escort de Barcelona en la Rambla, quería disfrutar de la velada y de su compañía y no ir directamente a mi casa.
A los 5 minutos apareció en el punto de quedada la mujer de la fotografía, tal y como la esperaba pero iba vestida con un ceñido vestido negro que marcaba cada una de sus curvas. Al verla en persona me recordó a Megan Fox en la película de Jennifer’s Body. Iba con el pelo suelto y unos tacones que le estilizaban aún más su figura.
Nos saludamos con dos besos y le llevé a cenar a un bonito restaurante que conocía de esa zona, durante toda la cena mantuvimos una conversación muy interesante en la que me explicó su opinión sobre el accidente del dueño del Leicester City, ya que me contó que era una gran fan del fútbol. Su equipo era el Barça, como el mío, por lo que tuvimos tema de conversación para gran parte de la cena.
Su mirada seductora hizo que me pusiera a mil.
Después de la velada en la que estuve muy a gusto, le propuse ir a tomar unas copas a un local que me encanta por su ambiente relajado. Nos pedimos dos mojitos y seguimos hablando durante aproximadamente una hora más, pero esta vez ella tuvo una actitud muy cariñosa hacia mí. Me cogía la mano y me miraba con ojos seductores hasta que en un momento de la conversación se levantó de su asiento para sentarse sobre mis muslos y me empezó a susurrar que le encantaría pasar un rato conmigo a solas. Mientras me hacia su proposición chupaba la pajita del mojito, lo que hizo que me excitara tanto que notaba que el pantalón me iba a explotar.
«Mientras me hacia su proposición chupaba la pajita del mojito, lo que hizo que me excitara»
Poco después la llevé a mi casa.
Cuando entramos me pidió indicaciones para ir un momento al baño, mientras tanto yo fui a la cocina a preparar dos copas de vino mientras me quitaba la chaqueta y me cambiaba la camisa de las ocasiones especiales.
Me puse una camiseta básica blanca. Pocos minutos después ella salió del baño sin el vestido negro, pero con un conjunto de lencería que solo había visto antes en los anuncios de la televisión. Las transparencias de su ropa interior me permitían verle el cuerpo entero y desearlo con todas mis ganas.
Se acercó moviéndose con aires juguetones hacia mí y se volvió a sentar encima de mis muslos como había hecho hacía un rato. Esa escort de Barcelona hizo que recuperara la pasión y el deseo por una mujer. Comenzó a besarme y a tocarme la entrepierna, mientras yo le besaba todo el cuello notando cómo eso le gustaba tanto que no podía resistirse a gemir de placer.
Me quitó la camiseta blanca y los pantalones que llevaba. Nos fuimos hacía la cama y es cuando ella comenzó a hacerme la mejor relación que me habían hecho en mi vida. Mientras succionaba me miraba con sus ojos verdes y sonreía como si estuviera haciendo una travesura, eso me encantó. Estuvimos alrededor de 15 minutos con los preliminares. Recalco. Los mejores preliminares de mi vida.
Después practicamos el sexo en varias posturas, algunas clásicas como el perrito y otras más innovadoras que ella me dijo de probar. Ella gritaba de placer mientras yo sentía que de un momento a otro explotaría de placer, pero fue esa escort de Barcelona la que me propuso una forma de terminar que ninguna mujer con la que había estado me había dicho. Quería que me corriera encima suyo, en su cara. Me sorprendió la proposición pero obviamente acepté. Estaba viviendo una experiencia única.
Esta fue mi experiencia con una escort de lujo. Una experiencia que sin duda jamás olvidaré, al igual que tampoco a esa joven morena con ojos verdes que hizo que viviera el sexo como nunca lo había hecho.